El título correcto sería: Como ganar un Pulitzer con una historia inventada y no morir en el intento (bueno, no seamos tan melodramáticos: Como ganar un Pulitzer con una historia inventada y no ser descubierto en el intento).
Pues la primera parte ya está conseguida, la segunda, obviamente es más complicada. Llegados a este punto se preguntarán: ¿Quién es el artífice de este fraude? En ese caso, primera incorrección. ¿Quién es la artífice de este fraude? Sería la pregunta correcta. Y sin más dilación, les presento a Janet Cooke, ex-periodista de The Washington Post.
El artículo El mundo de Jimmy fue publicado el 28 de septiembre de 1980 y acaparó la primera página de The Washington Post.
El pequeño Jimmy cayó en desgracia mucho antes de nacer, pues destrozó la vida de su madre al ser fruto de una violación y la obligó a buscar refugio y consuelo en las drogas. Jimmy nunca tuvo infancia, con tan solo ocho años ya era consumidor de heroína, cocaína, marihuana y todo tipo de estupefacientes. Su gran meta en la vida era convertirse en un próspero traficante de drogas.
Tenemos la receta mágica: Una historia que conmueva por su crudeza y dramatismo, sazonada con afirmaciones del pequeño y de su madre. Aliñar al gusto con explicaciones de profesionales. Y finalmente remover con palabras que apelen directamente a la sensibilidad de cualquier lector (Describir, por ejemplo, el rosto del protagonista: Él es adicto desde los 5 años. Aun así hay una expresión angelical en su cara redonda y pequeña cuando habla acerca de su vida.)
Y como toque final describir como le inyectan al protagonista su dosis diaria de heroína:
Mientras Jimmy permanece irritado en una mecedora. “Tranquilo” le dice Ron, quien sale del cuarto. Entonces el niño toma un “láser de luz “ de Star Wars y empieza a entretenerse.
Ron regresa con una jeringa y se dirige a Jimmy: “déjame ver el brazo”. La aguja se desliza en la piel del niño como una pajilla que entra en un vaso de una malteada. Jimmy cierra los ojos durante todo el proceso. Ahora los abre y mira rápidamente alrededor del cuarto. Consigue llegar a una mecedora y se sienta. Está en estado de “nod”, un movimiento típico de alguien drogado.
“Hombre, muy pronto” dice Ron “deberás hacer esto por ti mismo”.
Drama, infancia, drogadicción y una buena prosa: el artículo perfecto.
Que pena que se violara con tanto descaro el derecho a recibir y comunicar información veraz y, por supuesto, se insultara la diligencia informativa y la ética de los periodistas y los profesionales de comunicación.
Al respecto, Gabriel García Márquez opinó:
- "Es injusto que le hayan dado el Pulitzer, pero también lo es que no le den el nobel de literatura"
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Direcciones interesantes:
Artículo de Janet Cooke en español
Los ganadores del premio Pulitzer de 2010.
Web oficial Pulitzer