¡Y es que no podemos vivir sin Internet! Ayer se cayó el servidor de la residencia y ni Intranet ni Wifi funcionaron desde la primera hora de la mañana hasta por la noche. Mucha gente abandonó la residencia en busca de una señal inalámbrica sin contraseña y los que se quedaron pronto notaron la intensidad del “mono” y sus consecuencias, para todo lo que tenían imaginación necesitaban la red y empezaban a volverse locos.
¡Ni trabajos, ni Aula Global, ni películas, ni noticias, ni emails, ni Tuenti, ni NADA!
Retorno a la época “prehistórica”, las consecuencias fueron desoladoras. Una serie de personas, en su desesperación, se pusieron a jugar al Monopoly. ¡A juegos reunidos de cartón y fichas! ¡¿Hasta donde hemos llegado?!